Inauguración de la Universidad de Montevideo en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay

Por Franco Balbuena

Acuerdo UM-Latu: Ruperto Long respalda el vínculo entre público y privado: «se deben eliminar esas barreras e interesarse por el otro, sin importar la naturaleza de la institución», afirmó

Juan Manuel Gutiérrez, Rector de la UM, Luis Lacalle Pou y Ruperto Long al inaugurar la Facultad de Ingeniería de la UM en el LATU. Foto: UM

Para el presidente del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (Latu), Ruperto Long, la instalación de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Montevideo en el parque tecnológico es un avance muy importante, no solo para el LATU sino para el país, según expresó, por tratarse de una facultad de Ingeniería, centro que considera un factor clave para el desarrollo del polo.

La nueva sede de esta facultad se inauguró el 29 de abril con la presencia del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y otras autoridades del gobierno, entre ellos la vicepresidenta Beatriz Argimón, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, y el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini. El edificio había comenzado a construirse en 2021, a partir de un acuerdo firmado entre la Universidad de Montevideo (UM) y el Latu. La instalación comprende tres pisos, con 13 aulas amplias, cuatro laboratorios, una biblioteca, salas de profesores, espacios de recreación y estudio, y una capilla. Lacalle cortó la cinta inaugural, aunque no brindó declaraciones a la prensa.

Quien sí hizo declaraciones a la prensa fue Long quien, entre otras cosas, expresó que su idea es que la UM “siga adelante y se expanda”, pero que le gustaría que otras universidades del país se incorporen al predio: “queremos alentarlas todo lo que podamos”, dijo.

Consultado por Sala de Redacción acerca de si se ha realizado alguna acción para instalar en el parque tecnológico a las demás universidades, Long respondió que “es más que nada un deseo”, porque si bien ha habido contactos, no se ha podido concretar nada. En cuanto a si la instalación de la facultad de la UM generará diferencias importantes en la formación académica con respecto a las demás instituciones, Long planteó que sin dudas los estudiantes de la UM recibirán un plus al estar instalados en un parque tecnológico, pero que “si eso se traduce en una diferencia sistemática entre una universidad y otra, depende de qué otras cosas se hacen en otros lados”.

Ante las críticas que generó la instalación de un centro privado en una organización del derecho público no estatal, Long manifestó que el Latu está abierto a todas las instituciones educativas. Recordó, además, que ya cuenta con centros de UTU y de la Universidad Tecnológica (Utec), y afirmó que la mezcla de interacciones públicas y privadas es positiva, porque “se deben eliminar esas barreras e interesarse por el otro, sin importar la naturaleza de la institución”. “Eso es instrumental y no esencial”, evaluó.

Long remarcó que es un hecho importante para el país que haya una nueva Facultad de Ingeniería: “3500 metros cuadrados, 500 estudiantes con posibilidades futuras de llegar a 1.000: son cifras significativas para el Uruguay”. Opinó que “el país de la calidad y la excelencia es posible”, y que el parque tecnológico, al contar con espacios dedicados al desarrollo de la ciencia, genera componentes que contribuyen a eso.

En cuanto a lo que representa para el Latu la instalación de esta facultad, dijo que es fundamental para el parque tecnológico, porque uno de los modelos de referencia es el centro Silicon Valley, ubicado en California, Estados Unidos, que es sede de muchas empresas de tecnología. Por eso, para Long, los parques tecnológicos deben tener una serie de componentes combinados: laboratorios, centros de investigación, incubadoras, centros de divulgación de la ciencia y un componente educativo importante. “Hoy en día tenemos un centro de UTU, las oficinas centrales de Utec, y ahora una universidad de primera línea”, valoró.

Además, el presidente del Latu remarcó la influencia que tendrá en los estudiantes encontrarse en un parque tecnológico, porque la interacción con investigadores, profesores, y emprendedores “ayuda a que el semillero crezca” y a que las iniciativas que nazcan allí tengan más probabilidad de éxito. A su entender, será como “una fertilización cruzada”, en la que se tiene “objetivos similares pero que se desarrolla en áreas complementarias; una sinergia”, añadió.

Según Long, las instalaciones del Latu influirán de forma fructífera en los estudiantes, porque de manera formal o informal recibirán aprendizajes y sugerencias de otra gente, “un enriquecimiento que se ha visto en otros países y ahora tenemos la oportunidad de recrearlo en el nuestro”, dijo.

Fuente: Sala de Redacción de la Facultad de Información y Comunicación (Universidad de la República).

Caso bisagra: la compra del avión presidencial

«El País consultó al ministro Ruperto Long sobre la valoración del cierre de la discusión y confirmó que en su opinión se trata de un “caso bisagra”.
“Efectivamente este es un caso bisagra, hay una especie de antes y después en el Tribunal. Creo que es un caso que por diversas razones va a incidir en la marcha futura del TCR [Tribunal de Cuentas de la República]; eso me preocupa mucho desde el punto de vista de la independencia y objetividad de este organismo”, dijo el ministro Long.

Artículo completo publicado en el diario El País:
http://www.elpais.com.uy/informacion/tcr-fallo-avion-afecta-independencia.html 

Para el TCR, el fallo sobre el avión afecta su independencia
Servicios jurídicos consideran que el caso marcó “un antes y un después”.

El País. Tabaré Vázquez y Tatoo por Arotxa

Para el Poder Ejecutivo, es un tema resuelto. Para el presidente de la República, Tabaré Vázquez, es un «caso cerrado». Para los dirigentes de la oposición, «es una vergüenza». Pero para los servicios jurídicos y los ministros de la oposición del Tribunal de Cuentas (TCR), la compra del avión presidencial marcó un antes y un después: «un caso bisagra» que lesionó la independencia técnica del organismo.

El miércoles los ministros del TCR analizaron por última vez la licitación por la que el gobierno compró una aeronave para oficiar de «avión presidencial». Los antecedentes mostraban dos fallos en los que se observó la compra. Incluso los ministros recibieron un nuevo informe de los servicios jurídicos donde se les sugería mantener la observación, porque a su entender nada había cambiado en el pedido de reiteración del gasto de Presidencia de la República.

Sin embargo, sí había un cambio: la integración del TCR. Dos de los votos que habían apoyado la observación a la compra estatal ya no estaban presentes. Uno por licencia médica y otro por haber presentado renuncia un mes antes. La nueva mayoría que analizó el caso decidió desestimar la sugerencia de Jurídica y levantar la observación a la compra del avión.

Según dijeron tres fuentes del organismo a El País, los servicios jurídicos y los ministros de la oposición -que optaron por votar discorde a la mayoría- opinaron que la decisión marcaba un antes y un después en las definiciones del TCR.

El País consultó al ministro Ruperto Long sobre la valoración del cierre de la discusión y confirmó que en su opinión se trata de un «caso bisagra».

«Efectivamente este es un caso bisagra, hay una especie de antes y después en el Tribunal. Creo que es un caso que por diversas razones va a incidir en la marcha futura del TCR; eso me preocupa mucho desde el punto de vista de la independencia y objetividad de este organismo», dijo el ministro Long.

El jerarca explicó que le llamó mucho la atención que no se atendiera el informe de jurídica. «El hecho de que el TCR resuelva en contra de los servicios jurídicos es un hecho inusual. Muchas veces se ajustan, modifican o complementan las propuestas. Pero es muy raro que en un asunto importante se vote algo opuesto a lo que proponen los servicios jurídicos. ¡La decisión fue totalmente opuesta!», explicó.

El tema arrancó al día siguiente de la asunción del presidente Vázquez. El 2 de marzo de 2015 el mandatario recibió, en su despacho, una carta donde el empresario Carlos Bustin —presidente de la firma Autolíder, representante de Mercedes Benz en Uruguay— le ofreció al mandatario un avión porque se había enterado que el gobierno estaba interesado en comprar una nave para el traslado aéreo del presidente.

El gobierno probó el avión y decidió comprarlo. La transacción fue observada por el TCR por entender que se debía hacer por licitación para dar transparencia al negocio. El presidente Vázquez atendió el pedido y decidió hacer un llamado. El miércoles en declaraciones a Subrayado, dijo que una vez conformado el proyecto del pliego de licitación fue enviado al TCR. «Nos lo devolvieron sin observaciones», dijo, explicando que siguieron adelante con el tramite por entender que no había objeciones.

Sin embargo el TCR no puede hacer pronunciamiento sobre los pliegos licitatorios por una resolución de 1999, adoptada durante el gobierno de Julio María Sanguinetti.

El 8 de septiembre de 2015 el Ministerio de Defensa envió el texto al órgano de contralor «a efectos de tomar conocimiento y emita opinión». El TCR le respondió por resolución al Poder Ejecutivo, con fecha 1° de octubre de 2015, que no tenía potestades para hacerlo.

Finalmente el gobierno avanzó con el proceso licitatorio. El único que se presentó al llamado fue el avión de Bustin. El gobierno efectivizó su compra. El órgano de contralor analizó el proceso y sí observo la licitación por entender que era muy restrictiva y no había dado posibilidad a que otros oferentes se presentasen.

Long explicó que la decisión de observar la licitación es clara. Aclaró que el accionar del TCR busca defender los destinos de los dineros públicos y evitar irregularidades. Uno de los puntos que observaron como más limitantes fue la exigencia de que el avión oferente tenga la habilitación de la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica. El de Bustin la tenia, y eso le daba puntos extras en la competencia con de más ofertantes. «Si usted quiere tener ese certificado, consultamos y nos dijeron que toma de tres meses para arriba, y el plazo para el llamado y la apertura de las ofertas era de dos meses. Materialmente era imposible conseguir ese certificado», explicó Long.

«Si me pedían la renuncia no me iba».

El fallo positivo para el gobierno sobre la compra del avión se produjo por un cambio en la integración del Tribunal de Cuentas (TCR). La licencia médica del presidente del organismo Siegbert Rippe, y la renuncia de uno de sus ministros: Oscar Grecco. Ambos se habían manifestado a favor de mantener la observación a la compra del avión presidencial. Para la oposición, el hecho es producto de presiones del Poder Ejecutivo para cambiar la votación. Sin embargo, el exministro del TCR dijo a El País que no renunció por presiones o pedidos del gobierno, ni del entorno del presidente de la República, Tabaré Vázquez. «Si el gobierno me hubiese pedido la renuncia no me hubiera ido. La gente que me conoce lo sabe», remarcó.

Grecco aclaró que su salida del órgano de contralor no tiene nada que ver con la discusión del avión presidencial. «Yo no renuncié al Tribunal por nada que tenga que ver con el avión. ¡En absoluto! Ya no se cómo decirlo y en qué idioma hay que decirlo», dijo el ex ministro del TCR. Explicó que en Uruguay los cargos públicos son muy pretendidos por la gente, y más aun si se trata de un cargo político. «Si yo lo dejo no es por una votación de un tema puntual. Si hubiese querido pedía licencia por tres meses, pasaba lo que pasó y volvía al cargo. Y yo no hice eso. Renuncié. Quien diga que renuncié por presión del gobierno está mintiendo», explicó Grecco que recordó que dejó clara esa posición en una carta de despedida que hizo pública, y en una entrevista con el diario El Observador el pasado 17 de enero. El exministro dijo que su salida se debe a 11 años de desgaste en el cargo, y a temas internos del organismo. «Si el que entra en lugar mío tiene una posición distinta a la mía y la votación (del avión presidencial) cambia, no es mi responsabilidad. Nunca estuve en el Tribunal pensando en lo que le interesa al gobierno», afirmó.

Grecco opinó que su salida se utiliza con fines políticos partidarios. «Se está aprovechando el tema políticamente para hacer quedar al gobierno como que utilizó una presión indebida para cambiar los ministros. Nunca hablé con nadie del gobierno, no conozco al presidente Vázquez, no conozco a la gente del Poder Ejecutivo que lo rodea, no estoy en el ambiente político», dijo.